viernes, 24 de octubre de 2014

Tras la pista de Lamari (II)

Si en la entrada anterior he expuesto la aparente coherencia temporal entre la nota del CNI de 15 de marzo alertando de la posible implicación en el 11-M de Allekema Lamari y solicitando su localización y detención inmediata, y la detención el 17 de marzo de Mohamed Al Hadi Chedadi y Farid Oulad Ali, dos supuestos contactos de Lamari, ahora es el momento de aportar algunos datos que ponen bajo sospecha esa supuesta coherencia.

El 28 de marzo de 2007 declaraba en el juicio del 11-M el funcionario 23.599, inspector de la UCIE. Este inspector fue uno de los protagonistas del juicio ya que en 2006, después de abandonar la UCIE tras la Operación Nova, fue detenido y encarcelado acusado de filtrar información a El Mundo sobre un extraño tráfico de goma 2 ECO y droga, aunque posteriormente absuelto. Había tenido un papel destacado en los primeros días de investigación, ya que fue uno de los que viajó a Asturias siguiendo el rastro de los explosivos y participó en la identificación y detención de Suárez Trashorras.

Su declaración aporta bastante luz sobre los primeros días de la investigación, la relación con el confidente Cartagena y otras cuestiones que ahora no vienen al caso. Pero durante el turno de preguntas de los abogados defensores, cuando ya estaba finalizando su declaración y en respuesta a una pregunta sobre otro tema, aparece Lamari:
D ZOUGAM: Gracias. Eh… ¿Por qué no les… por qué, si sabían ustedes ya el día 12, que la  tarjeta se había vendido allí, por qué no les trajeron a declarar ese mismo día?
T: Mire usted, yo lo ignoro, yo no soy el responsable de esas decisiones.
D ZOUGAM: ¿Pero no dio nadie ninguna explicación?
T: Mire usted, yo no estaba en esa… El día veinte… el día 12… el día 12 yo estaba en ese  momento, que probablemente se produce el tema de la tarjeta, yo estaba en… me había ordenado este mismo Jefe de Sección que marchara a Fuenlabrada a localizar a un marroquí  que, según el CNI, eh… había viajado con Allekema Lamari a Valencia, a la tienda de pollería  que tiene Safwan Sabagh. Y estando con él, una vez localizado, me llamó por teléfono él personalmente y me dijo: “Veniros para acá” Y digo: “¿Qué hacemos con él?” Y me dijo: “Dejarlo, que ya está todo solucionado.” Y nos fuimos. Yo no sé… yo me entero que están en  Sindhu Enterprise al día siguiente, cuando me muestran la nota.
Por desgracia en ese momento esta declaración pasa desapercibida y no se le sigue preguntando sobre el tema, hasta que llega el turno de Endika Zulueta.
D R. GONZÁLEZ: ¿El 15 de marzo? Hasta entonces ¿en cuántas ocasio… hasta entonces le  habló en alguna ocasión el señor Cartagena de Allekema Lamari?
T: No.
D R. GONZÁLEZ: ¿Nunca les habló de él?
T: No.
D R. GONZÁLEZ: ¿Ustedes conocían la existencia de Allekema Lamari?
T: Sí. Nosotros habíamos participado en su detención en la Operación Apreciate de 1997, en Valencia.
 D R. GONZÁLEZ: ¿Y sabe que salió en libertad, antes de lo previsto, eso lo sabían ustedes?
T: Sí, porque es que en este caso concreto, como Allekema Lamari es argelino, era de nuestra plena competencia.
D R. GONZÁLEZ: Sí, por eso se lo pregunto ¿Y no… y no… tuvieron curiosidad por saber dónde se encontraba? ¿Lo tenían localizado o estaba perdido de vista?
T: Alek… Allekema Lamari, sobre final del 2003 o primeros de 2004, no recuerdo, el Centro Nacional de Inteligencia nos dijo que andaba por Madrid, que había mandado unos… unos… unos ingresos a diferentes presos que habían sido detenidos dentro de la operación Apreciate y los que había mandado con su verdadero nombre, como Allekema Lamari y que… nada más… que había viajado con un marroquí a… a la tienda de Safwan Sabagh, a la pollería de Valencia, en el Paseo Marítimo, pero… eso… eso es lo que teníamos de Allekema Lamari.
D R. GONZÁLEZ: ¿Eso es que estaba localizado?
T: No lo sé.
Parece lógico pensar que la orden que recibe de su Jefe de Sección de desplazarse a Fuenlabrada a localizar a un marroquí que habría viajado con Lamari a Valencia respondía a la información recibida del CNI. Pero hay un pequeño problema. En ninguna de las notas del CNI desclasificadas se hace referencia a ningún marroquí que hubiese viajado con Lamari a Valencia. En la de 6 de noviembre sí se mencionan los giros de dinero, pero no se menciona ningún viaje a Valencia, ni ningún nombre. En la del 15 de marzo tampoco, solo se menciona a los hermanos Chedadi. No es hasta la nota de 18 de mayo de 2004 cuando se menciona un viaje en septiembre de 2003 de los hermanos Chedadi a Valencia para que Lamari se traslade a vivir con ellos a Madrid, pero ningún viaje de Lamari de Madrid a Valencia.

Es posible que el CNI no incluya toda la información de la que disponen en esas notas informativas. Es práctica habitual que los servicios de inteligencia oculten parte de la información cuando tienen que compartirla con otros servicios homólogos, tanto nacionales como extranjeros. Sobre todo en este último caso. Generalmente la relacionada con las fuentes humanas a partir de las cuáles se ha obtenido y que podría servir para identificarlas. En este caso parece haber ocurrido algo similar, con la salvedad de que la información que se ha ocultado en el canal oficial de transmisión, se habría facilitado de manera extraoficial a la UCIE. Incluso es posible que esa información la conociese la UCIE de primera mano porque la hubiesen obtenido ellos, fruto de investigaciones propias o compartidas con el CNI. 

Viendo el juicio con la perspectiva del tiempo me llama la atención que nadie, ni siquiera Gómez Bermúdez, tuviese la curiosidad suficiente como para preguntarle por la identidad de ese marroquí que habría viajado con Lamari a Valencia y a quien le ordenaron localizar el día después de los atentados. Quizás a nadie le interesaba seguir hurgando por esa vía, ni a los conspiranóicos, ni a los defensores de la V.O, ni a los que no eran ni chicha ni limoná, si es que había alguno.

Sin embargo en la siguiente entrada veremos quién era el marroquí al que había que localizar nada más cometerse el atentado del 11 de marzo y a qué se pudo deber esa repentina pérdida de interés. Y creo que va a resultar evidente que, una vez más, se ha manipulado la supuesta investigación de los atentados ocultando información relevante. Como siempre, dejaré que sea el lector el que saque sus conclusiones.



5 comentarios:

  1. Sobre los envíos de dinero que nos han dicho repetidamente que Lamari hacía a distintos presos amigos suyos, por supuesto, ¿Qué constancia real existe de que fuera él realmente y no otra persona que hubiese usurpado su personalidad o los hubiera realizado en su nombre?

    Par realizar una transferencia bancaria, por ejemplo, ¿Se necesita una identificación real de quien la hace?

    ¿Se empleó otro medio diferente a la transferencia?
    Saludos

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    1. No se me adelante. Todo a su debido tiempo, que acabaremos llegando a ese punto.

      Los supuestos envíos de dinero se hacían mediante giro postal. Para realizar el giro postal hay que indicar el nombre del remitente, pero no se exige presentación de documentación que acredite la identidad.

      ¿Constancia real de que fuese Lamari el que realizaba los giros? Con la información que obra en el sumario facilitada por la policía no existe ninguna constancia real. Al contrario, hay constancia de giros similares que no fueron realizados por él.

      Otra cosa sería que el CNI y/o la policía hubiesen mantenido una vigilancia tan estrecha de Lamari que hubiesen sido testigos de alguno de esos envíos. Pero no hay constancia de tal cosa, lo que por otra parte introduciría algunas variantes interesantes a la VO. Podría haber ocurrido así, aunque el episodio de los giros postales es muy chocante y prefiero analizarlo con calma a su debido momento.

      Se me acumulan muchos temas pendientes.

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  2. Resuelta la autoría del 11-M.

    Resuelta de un modo completo, total, definitivo, con absoluta seguridad. Resuelta por sus autores.

    Hace unas tres horas el medio del Opus, El Confidencial Digital, cuelga esto:

    “El Gobierno está dispuesto a reconocer a Cataluña como nación”

    “Lo incluirá en una reforma de la Constitución que Soraya Sáenz de Santamaría está consensuando con Duran i Lleida y el PSC. Las competencias en financiación, lengua y cultura quedarán blindadas

    Fernández Díaz confirmó este plan a los empresarios”

    http://www.elconfidencialdigital.com/politica/Gobierno-dispuesto-reconocer-Cataluna-nacion_0_2370962915.html

    Cabe pensar que no es casualidad que lo haga el día que hacen declarar ante el antinatural juez Ruz al ministro del 11-M, Ángel Acebes.

    El 11-M fue un ataque contra todos los españoles. Quien no lo vea es un imbécil. Los españoles somos una nación: la nación española. Quien no lo vea es un imbécil. La idea y realidad de nación debiera ser conocida. Se exprese mejor o peor, una nación es un sujeto soberano, que no reconoce superior. Por herencia histórica una nación es la distribución territorial del poder en el mundo. Una nación se asienta siempre sobre un territorio delimitado, con un pasado común, con la población que vive en ese territorio. Una nación es un hecho, guste o no guste, es un hecho. Una nación es una nación, y el que no lo vea es un imbécil, le guste o no. En una nación no cabe otra nación, como en un hombre no cabe otro hombre, ni en cualquier realidad cabe otra igual a sí misma, y el que no lo vea es un imbécil. El hecho de la existencia de una nación tiene enormes consecuencias, de todo tipo, para los que habitan en ella.

    El 11-M fue un ataque a la nación española, un ataque a todos los españoles, un ataque para destruir España como nación, con las múltiples consecuencias que esto tiene.

    Volviendo al bachillerato: emisor-mensaje-receptor. Dependiendo quien sea el emisor del mensaje, este tiene una importancia u otra, según el tipo de mensaje. Si la autoridad emite una orden dentro de su poder tiene sus consecuencias.
    El Confidencial Digital (ECD) es el medio del Opus, el emisor de su voz, pese a su aparente insignificancia. Su mensaje es explícito. El Opus tiene el poder aquí y ahora. Lo muestra la asistencia a la beatificación de Álvaro del Portillo, viajante a Suiza, de los ministros Fernández Díaz, De Guindos y de Torres Dulce, la seguridad/inseguridad, la economía/pobreza, la justicia/injusticia. Es decir, el poder, aquí y ahora. El editor de ECD, Apezarena, publicó “La conquista del trono” quince días antes de la abdicación de Juan Carlos. Es evidente que Apezarena, ECD, donde pone el ojo pone la bala, y nada menos que en la jefatura del estado. Javier Fumero es un personaje desconocido. Es el director de ECD. Y también donde pone el ojo pone la bala, como demuestra su artículo de hace seis días:

    “Al PP no lo va a reconocer ni la madre que lo parió”
    21 de octubre del 2014

    “Se prepara una carnicería sin precedentes en el Partido Popular.
    ¿Entienden lo que les digo? Se va a liar parda. No tiene vuelta de hoja”

    http://www.elconfidencialdigital.com/blogs/la_espana_profunda/PP-va-reconocer-madre-pario_7_2366833294.html

    Para entender la concepción sobre la querella catalana que tiene este vaticinador de carnicerías, como representante del Opus, baste este baboso y alucinante artículo reciente:

    “en ocasiones desde la capital se ha humillado innecesariamente a los catalanes… en la base de todo lo que está pasando hoy, se encuentran esos desplantes,ese desafecto con el que Madrid ha tratado a Cataluña desde hace más de treinta años… me parece muy bien observar cómo Felipe VI derrocha afecto en Cataluña.”

    http://www.elconfidencialdigital.com/blogs/la_espana_profunda/Felipe-VI-da-carino-Cataluna_7_2299040074.html

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  3. 2.

    El Confidencial Digital es la discreta voz del Opus político. Y el Opus tiene el poder, aquí y ahora. El Opus quiere destruir España como nación. Para eso se hizo el 11-M. El Opus tiene el poder desde el franquismo, descaradamente al copo a finales de los sesenta. Y con aparentes altibajos lo ha mantenido hasta ahora, que lo tiene más al copo todavía. En muchos casos lo ejerce discretamente –ejemplo de esa discreción es ECD- a través de organizaciones o personas interpuestas, desde la extrema izquierda a la extrema derecha. El Opus controla en gran medida los servicios secretos, que ellos fueron quienes los crearon en el franquismo. ECD hace alarde continuamente de saber lo que hace el CNI, y acierta.

    Para destruir una nación como España hace falta mucha fuerza, liberar muchas energías, llevarla a una situación de crisis total. Esto es lo que ha hecho el Opus con España desde el 11-M. Por supuesto, controlando al fantoche de Zapatero, al que pusieron en el poder, y manejando la política económica para agravar la crisis, como hicieron descaradamente con su secretario de estado de economía José Manuel Campa, del Opus. Para romper una nación hay que llevarla a la desesperación económica. El poder destructivo y brutal del Opus lo hace explícito su ministro del interior, quien se jacta de “gestionar” ETA, dándole el poder y excarcelando a sus asesinos.

    ¿Por qué el Opus quiere destruir España como nación? Es cierto que es algo alejado aparentemente de sus fines oficiales. El Opus es una red de poder, con disfraz religioso. Una red que ha ido ocupando progresiva y exhaustivamente todos los centros de poder. Con el control de los medios de comunicación, los dosieres de sus servicios secretos y la justicia que domina, utiliza la extorsión mediante escándalos, como modo de eliminar adversarios y, sobre todo, de disciplinar a la corrupta casta dirigente que ellos han propiciado. Esta es la realidad de los últimos años, más intensa ahora. El Opus es una red de poder gobernada por separatistas catalanes. Desde 2002 su jefe en España es el nieto de Prat de la Riba, el inventor del separatismo catalán y el odio a España. El mayor poder económico de España es La Caixa, dirigida por el opusino y separatista Isidre Fainé, jefe directo de Artur Más y de todo lo que se mueve en Cataluña. En realidad, el Opus es una creación de financieros separatistas catalanes, especialmente de la familia Valls Taberner y su jefe Francesc Cambó. Por eso el Opus quiere destruir España como nación e instaurar la nación catalana a la que quedaría sometida el resto de España. Es la reforma constitucional que anuncia hoy como gubernamental el medio del Opus. Para eso los dirigentes efectivos del Opus hicieron el 11-M, fueran quienes fueran. Debería ser innecesario decir que la inmensa mayoría de los miembros del Opus desconocen y no están de acuerdo con estos planes cada vez menos discretos de sus dirigentes. Los que están en la casta dirigente actúan bajo la dirección “espiritual” del separatista Prat de la Riba. Si se quiere, la culpa es de Franco que le dio el poder a esta hipócrita obra, y de los españoles, que nos hemos dejado someter por ella como por el dictador.

    Hoy el Opus anuncia como plan del gobierno la destrucción de la nación española. Es evidentemente el plan del 11-M.

    “El que tenga oídos para oír que oiga.” Por supuesto, el Papa Francisco es responsable de lo que haga el Opus contra España. Lo quiera o no es su jefe. La irresponsabilidad del sumiso pueblo español está acreditada, hasta hoy. ¿Dejaremos que triunfe la ahora acelerada y diabólica obra?

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  4. Hay una manera fácil y rápida de frustrar los últimos planes de los autores del 11-M y quitarles el poder. Hay que hacerlo individualmente. Puede suponer alguna molestia. También un pequeño beneficio particular, que en este cálculo no entro. Se trata de encajar las relaciones de cada uno con La Caixa. Caixabank, La Caixa, es el mayor poder en España. Pero el brutal poder de La Caixa tiene los píes de barro. Los jefes de La Caixa promueven lo que ellos llaman “el encaje de Cataluña”, para lo cual quieren destruir la nación española, con perjuicio para casi todos. En mínima reciprocidad cada español podría encajar sus relaciones con La Caixa. Bastaría con que un número significativo de quienes tienen relaciones con Caixabank las encajara con justicia para que esta perdiera su poder destructor.

    ¡Encaja tus relaciones con La Caixa!

    Esto sí, deberías pasarlo, y que cada uno decida si quiere ejercitar su dignidad con eficacia.


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